
Las cosas que no tenemos la capacidad de ver
ni de escuchar, ni de sentir,
las palabras que van configurando momentos
de los que vamos siendo excluidos,
de los que todos vamos siendo apartados.
Alguna memoria que vuelve a la mente
de algún tiempo en el que no estuvimos.
La razón por la que tus palabras
no me llegan, no me dicen, no me unen a vos.
O quizá algún pensamiento en el que no estabas
que era sólo mio, y que olvidé al llegar.
Estamos todos solos,
completamentos solos
con nosotros mismos.
Sin embargo a veces,
parece que no...
Y es tanta mi ansia de esos momentos!
Que cada vez me doy más cuenta
de que estás ahí, vos sólo, sólo...
Y yo acá queriendote como un fantasma
tras las sombras de su propio espanto,
de su pronta soledad.