Martha.

Lo que es el dolor, reflejos de brisas
ecos de voces recien apagadas...
A veces tan sólo!
Y otras tan compartido,
es pasos detenidos, es llanto...

Amaneció hoy
y esta mañana te ha visto despertar
más esta tarde y este día
ya anochecen sin tí Martha...
Y de este cielo a medias gris
ha llovido un poco mientras el sol se alzaba,
talvez eras tu Martha,
que hacia los brazos de Dios volvías.

Era tu vida, ahora eterna,
resucitada y perpetua.
Tu dolor al fin sano
que se alejaba en un soplo
hacia ese lugar celeste
que ya te esperaba...

Lo que es el dolor!
Frecuentemente,
cuando de una vez sana,
cuando al fin nos libera...
Suele esparcirse alrededor
traducido en crisantemos,
en las lágrimas de la abuela,
en las cosas que dejamos...
En los espacios en que ya no existimos.

Más en el corazón, pequeña...
En el corazón eres tierna caricia,
eres la música que siempre iba contigo
eres sonrisas de miel
dulces miradas, Martha,
que jamás se irán.

Tu vida no pasará

Llena de no tengo idea cuantos instantes bellos

de inicios de caminos recorridos a puro corazón

dejando botones y flores a cada lado de las sendas,

marcando fuertes los pasos en la tierra

dejando la huella imborrable de una mirada tierna

de una sonrisa abierta.

Todos llenos de recuerdos aún de los más lejanos

de tus primeros días, hasta estos (no últimos)

llenos de nudos en las gargantas

de miradas llenas de esa indescriptible embriaguez

como de olor fuerte de crisantemos al viento.

Aún cuando ya no nos encontremos,

a la par de los días, diciendonos alguna frase

a pesar de no tenerte en el abrazo de aliento

que más me animaba, ni en el beso al salir de casa

te sentirè en el futuro de la hojas de los árboles
y siempre en la más dulce memoria

te besarè como siempre lo hacía.

Aunque ya no te escuche, ni te vea

el recuerdo me traerá tus palabras

y las abrazarè con dulzura

me regalarás de cuando en cuando una sonrisa,

una expresión tuya

y podrè amarte como siempre lo he hecho

y estarás siempre junto a mi porque...

Tu vida no pasará...