Martilleo Nocturno

Martillo esta teclado como si fueran un clavo que ya no entra en la pared.
Ya ni siento los dedos, ya no me siento nada.
Así perfectamente podría comenzar a pensar a donde es que va esa palabra que te digo
cuando comienzo a experimentar que el sentimiento se me rodea de varias paredes
que forman un túnel profundido, tan insondable como el alma misma. Y se van, cinco letras y una pausa a vagar por ahí hasta yo no se donde.
Si la repito cerca de tu boca, o de tu oído puedo persivir que el túnel esta más cerca y como te va
iluminando mientras entra en vos, y como me ilumina a mi mientras te la digo.
Me pregunto si habrá una luz al final o si algún día el túnel se va a llenar de tanta susurrante palabra , cariñosa, roja, triste! Tan bella y dolorosa, en eterno contraste.
Y si te llenás y yo también me lleno, que pasará?
Voy a ver salir de tu boca o de tus manos, alguna especie de esfera luminosa que se una con la mía, y después que?
Será que ese Te Amo final, me llevará de tu mano hacia la perpetua vida?

Me gusta el autobús

Me gusta el autobús
colectivo de descarrilados a eso de las seis de la tarde,
entusiasmo a las doce con los estudiantes
apresurado, como brincos de conejo al inicio de la mañana
sesión de aburridos a las tres,
abandonados sobre los puentes a las ocho.

Pero a las seis,
cuando de pesadas las almas tocan el fondo
la ruta a la siguiente máscara tambalea siempre,
aunque sea un poco,
mientras el tráfico se detiene
La realidad se va...
Directo a encontrarnos.

Transición

Como una rueda que vuelve a girar
en un largo e incompleto tramo,
inesperadas lluvias persiguen
las tardes solariegas.

Los tintineantes pesares que conforman el diluvio
comienzan a mezclarse en cuanto tocan el suelo
recorriendo calles tremendamente ennegresidas
escenarios de desorden, bullicio
pechos rotos o interminables silencios.

Llenas de resoplidos helados
se alargan las noches hacia algún amanecer
y nunca se sabe,
que puerta se abre...

Hasta que mientras vuelve a girar la verdad
abrimos los ojos y nos vemos el rostro
reflejado en un lento y último atardecer.

Flor de muerto

Desamparado
revuelto,
con el orgullo en pleno.

Tomo el mercurio
huelo...

Que tan lejos?
Que tan destructor?
Que tan renovante...?

Soplo de viento

Si un soplo de viento pudiera guardarme
y desde el aquel soplo pudiera ver,
todos los rostros de ustedes
ensimismados, pacientes
ejecutantes laboriosos del "progreso"
constructores de la esclavitud...

Y si desde esa ráfaga de viento
pudiera amarles,
con el amor de un trago de aliento
o de un perfume
o de lo inflamado de un suspiro violeta.

Si desde esta pequeña cumbre ascendente,
cual burbuja llevada...
Pudiera traspasar mi mano
a través de la envoltura del tiempo
para acariciarles los cabellos, amados míos
y cada uno de sus llantos.

Traspasar mi mano,
para elevar en ella cada risa,
cada pensamiento suyo
luego dejarlos caer en sus bocas.
Y sedientos de Luna hacerles despertar,
que no daría por verlos abrir sus ojos...

Yo pienso que podría luego expandir mi nave
y con el soplo del viento les rodearía!
Aún cuando yo descienda con sus pesos en las manos.

Que no hemos muerto...

Ay de los que escriben si saber que sienten!
De los que mienten sin saber la verdad,
de los que se preocupan por los locos...
Pobres de los que empañan los espejos
con sus cálidos alientos peregrinos,
cerrados al día, de par en par al suave llanto.
Ay los moribundos que no logran morir!
casi tocan el cielo los míseros desesperados.

Que hace usted querida mía, perdona?
Por qué es que le siento las manos vacías,
es que acaso se le cayeron las flores del susto?
A quién le va a rezar querida,
a quién le va a pedir que entienda
que lleva usted lo más amargo en la garganta,
A Quién!!?
Quién podría atender si grito entre estos surcos,
que no hemos muerto!

Y si bien es cierto que usted y yo señora
no compartimos ni una pizca de sentir...
Que usted muere por su causa
y yo por su ausencia.
Es justo decirnos aunque no nos escuchemos
que no hemos muerto...
Por eso razón con la poca fuerza, sonría!
Que por los momentos
la desesperación nos mantiene.

10:43

Se cayeron de mi mesa

y hoy los voy a dejar ahí

matense o hagan lo que quieran,

Recuerdos...!

Yo solo...

El solo no viene
y hacia él nadie va,
el solo esta en pié
pero va sangrando.
Con las manos en los bolsillos;
después de escuchar
se queda vacío,
después de mirar
guarda el infinito
Después de pensar...

Después de pensar
más vacío
más solo.